Aprueban diputados en lo general reforma al Poder Judicial

La reforma al Poder Judicial fue aprobada durante la madrugada del 4 de septiembre de 2024. En la imagen, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, y la bancada del partido, celebran la resolución, en la Sala de Armas de Ciudad Deportiva, en la capital del país. Foto Luis Castillo

El pleno de la Cámara de Diputados, reunido en la “sede alterna” de la Sala de Armas de la Magdalena Mixiuhca, aprobó en lo general la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) por 359 votos en favor y 135 en contra, luego de una sesión que se extendió a lo largo de once horas.

En medio del ir y venir de trabajadores que colocaban sillas y bocinas para habilitar con premura el inmueble lo mejor posible para los diputados presentes –372, según la declaratoria inicial de quórum–, los diputados de oposición resaltaron una y otra vez que participaban en la sesión ad cautelam (con reservas) y que ésta no debía llevarse a cabo, debido a la existencia de dos órdenes de suspensión emitidas por jueces de distrito, que impedían, según argumentaron, llevar a cabo la discusión del proyecto.

Los panistas le exigieron a la Mesa Directiva, coordinada por Sergio Gutiérrez Luna, que se diera cuenta de la existencia de los mencionados amparos, para dejar constancia del sentido de la orden de los jueces.

Se esperaba, asimismo, que al encuentro en la sede alterna llegue una tercera suspensión en el mismo sentido que las dos anteriores, otorgada también por la jueza quinto de distrito con sede en Morelos, Martha Eugenia Magaña López, quien ya concedió uno de los amparos previos.

En un debate que por momentos subió de tono, el panista Germán Martínez Cázares presentó una moción suspensiva del dictamen (finalmente rechazada) en la cual argumentó que no todos los jueces sean corruptos, y señaló en defensa de los juzgadores, que “aquí el único que ha soltado a un criminal confeso, a Ovidio Guzmán, se llama Andrés Manuel López Obrador”.

Durante el posicionamiento del PAN en contra de la reforma, la diputada Paulina Rubio subrayó –rodeada de sus compañeros, y en medio de gritos de “¡resistencia, resistencia!”– que la reforma del PJF se trata en realidad de “una venganza del Presidente contra un Poder Judicial que no se dobló ni se agachó, y que le puso límites al Poder Ejecutivo. Atreverse a decirle que no es el gran pecado del Poder Judicial”.

En una improvisada tribuna, los representantes del PT y el PVEM rechazaron la validez de los amparos concedidos por un par de jueces de distrito para evitar que se discuta la reforma al PJF, al tiempo que aseguraron que todos los señalamientos y posturas sobre el tema fueron escuchados, como lo demuestra el hecho de que se realizaron más de 100 modificaciones al dictamen original.

La réplica más fuerte a la oposición, sin embargo, provino del coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal Ávila, a quien los panistas le volvieron la espalda mientras hablaba.

“El pueblo está harto de la dictadura de la toga y el birrete, de la corrupción y el nepotismo en el Poder Judicial, y por eso no vamos a titubear: vamos a ir a fondo con esta y todas las 20 reformas constitucionales” que propuso López Obrador el pasado 5 de febrero, dijo.

Al resaltar que la iniciativa busca un cambio profundo en el sistema judicial del país, el también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara recalcó: “una élite ilustrada juzgaba antes con criterios parciales y económicos; ahora, los jueces serán abogados mexicanos comunes, con sentido de respeto a los derechos humanos, pero también con percepción de la realidad social”.

De forma inédita, después de ello siguieron seis largas rondas de seis intervenciones a favor y seis en contra de la propuesta de reforma, muchas de las cuales sólo parecieron realizarse por trámite, con una reiteración de los argumentos que ya se habían expuesto antes, y sin mucha atención por parte de los diputados presentes –en gran medida por la pésima calidad del sonido–, aunque el cruce de recriminaciones entre la mayoría y la oposición no dejó de estar presente.

Casi a las 9 de la noche, meseros comenzaron a montar mesas y manteles para servir la cena a los diputados. En los jardines del deportivo, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco fue más allá: montó una parrilla con tacos de sirloin en trompo para agasajar a sus compañeros legisladores.

Tras la aprobación del dictamen en lo general –el cual tardó en sí mismo más de una hora, por la necesidad de hacerlo de viva voz, diputado por diputado– se presentaron originalmente cerca de mil 600 reservas al dictamen, pero finalmente se compactaron a 68, de acuerdo con Monreal, por lo que se espera que el desahogo de las mismas y la votación del proyecto en lo particular tenga lugar cerca de las 7 de la mañana.

Según fuentes de las bancadas mayoritarias, se aceptarían tres reservas: una relacionada con el uso del lenguaje inclusivo para incluir la palabra “juezas”, que ya se avaló; otra sobre los haberes de retiro de los ministros de la Corte y de los magistrados del Consejo de la Judicatura, y una última con respecto a que los jueces que estén en su cargo en el momento de aprobarse la reforma y deseen postularse nuevamente, tendrían que hacerlo en una entidad diferente a donde se desempeñaron la primera ocasión.