FGR halla irregularidades en investigación sobre el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda

FGR halla irregularidades en necropsia de Héctor Melesio Cuén Ojeda

La investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda fue atraída por la FGR luego de que se ligara al exrector de la UAS con Ismael El Mayo Zambada

La Fiscalía General de la República (FGR) informó sus hallazgos en la investigación en la muerte de Hectór Melesio Cuén Ojeda, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), entre los que destacan discrepancias en los disparos que presuntamente privaron de la vida a la víctima, documentados en la carpeta de investigación que realizó la Fiscalía General de Sinaloa.

Cuén Ojeda fue asesinado la noche del 25 de julio, fecha en que supuestamente se reuniría con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y el narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, de acuerdo con una carta publicada por el abogado de este último. El exrector de la UAS, según la versión oficial de la Fiscalía de Sinaloa, murió tras un intento de robo de su camioneta en una gasolinería.

El análisis de la FGR a la investigación local halló que existen diferencias entre los disparos documentados en el caso. Por un lado, la carpeta de investigación determina que el cuerpo de Cuén Ojeda presentaba cuatro disparos en las piernas, pero en el video difundido por la Fiscalía de Sinaloa, que presuntamente muestra el momento del crimen, se escucha uno, mientras que tres empleados de la gasolinería no escucharon disparos.

En la grabación publicada por la Fiscalía de Sinaloa se observa a un sujeto que baja de una motocicleta, abre una puerta de la camioneta, donde presuntamente viajaba Cuén como pasajero, y dispara. Sobre este vehículo, la FGR señala que no se identifica con precisión la fisionomía de los ocupantes y que no se procesó criminalísticamente, además, la carpeta de investigación indica que se identificó sangre humana en la zona trasera de la camioneta, conocida como batea, misma de la que “no hay ni peritajes, ni determinaciones”.

La FGR también señala que todas las autoridades locales involucradas en la investigación incumplieron con las medidas de preservación del cuerpo de Cuén Ojeda, al permitir su incineración “que es contraria a las prácticas criminalísticas sobre investigación de homicidios”.

Sobre los hallazgos en la necropsia del exrector de la UAS, la Fiscalía de la República señala que “no se establecen de forma correcta los signos cadavéricos inmediatos, temperatura, signos tanatológicos, livideces, ni la descripción correcta y evolución que tuvo el cuerpo” y que este presentaba un fuerte hematoma en la cabeza.

Héctor Melesio Cuén Ojeda, según la versión oficial de la Fiscalía de Sinaloa, fue asesinado el 25 de julio en un intento de robo de su camioneta luego de detenerse a cargar gasolina. Ese mismo día, el los narcotraficantes Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, fueron puestos bajo custodia por autoridades de Estados Unidos.

La carta de El Mayo Zambada, difundida por su abogado, relata que Cuén Ojeda fue asesinado en la misma reunión donde fue traicionado, secuestrado y llevado a Estados Unidos contra su voluntad para ser detenido por autoridades de aquel país.

“Sé que la versión oficial que dan las autoridades del estado de Sinaloa es que Héctor Cuén fue tiroteado la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres en motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que ocurrió. Lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar donde me secuestraron. Héctor Cuén era amigo mío desde hacía mucho tiempo y lamento profundamente su muerte”, indica la carta.

Según Zambada, en aquella reunión, a la que fue invitado por Joaquín Guzmán López, también estarían presentes el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, Héctor Melesio Cuén, e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, otro de los hijos de El Chapo y medio hermano de Joaquín.

De acuerdo con El Mayo, la reunión llevada a cabo en el rancho Huertos del Pedregal sería para tratar discrepancias políticas en torno a la elección del nuevo rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), pero en lugar de eso, Joaquín Guzmán López lo traicionó y lo llevó a Estados Unidos para entregarlo a las autoridades.

Sobre la detención de El Mayo, la FGR acusó que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos no ha entregado la información solicitada del caso.

También expuso que investiga el delito de traición a la patria, pues el artículo 123 del Código Penal Federal establece que comete este delito “el que prive ilegalmente de su libertad a una persona en el territorio nacional, para entregarla a las autoridades de otro país, o trasladarla fuera de México con tal propósito”.

“Las pruebas fundamentales para acreditar ese delito (traición a la patria) se encuentran dentro del territorio de los Estados Unidos de América; y están vinculadas directamente con un vuelo ilegal; con un avión de matrícula clonada; y con una conducta absolutamente irregular de quien piloteó ese avión y que ocultó toda la información de su vuelo en territorio mexicano, hasta que llegó a la frontera, donde ya dio solo el aviso de su aproximación y aterrizaje en territorio de los Estados Unidos, en donde ya lo estaban esperando”, señala la FGR.

La institución encabezada por el fiscal Alejandro Gertz Manero comenzó una investigación respecto al supuesto secuestro de El Mayo para su detención en EU, por lo que realizaron diligencias en el aeropuerto Doña Ana, en Santa Teresa, Nuevo México —donde supuestamente fueron arrestados Zambada y Guzmán López—, pero no se obtuvo la información necesaria.

La FGR solicitó formalmente al Departamento de Justicia de los Estados Unidos información sobre el vuelo, pasajeros, piloto, datos y matrícula del avión donde habrían llegado los implicados, así como registros oficiales aeroportuarios y fronterizos. Dicha información “hasta hoy no ha sido proporcionada”, expuso el Ministerio Público federal de México.